Alejado de lo que han sido los otros dos artículos - con respecto al enfoque de éstos-, me gustaría poner sobre la mesa el tema que dice relación con la mirada social que tiene el movimiento estudiantil, puesto que el análisis de este asunto podría ayudarnos con ciertos debates o diferencias que puedan surgir en nuestro entorno, y así poder dar una respuesta fundamentada y en base a teorías probables que sustenten nuestros puntos de vista.
En primera instancia, es importante señalar que desde un punto de vista generacional o etario, el movimiento estudiantil está integrado por jóvenes que nacieron en la década de los noventa, vale decir, en la época "de la transición, de la conciliación, de la reapertura de la senda de la democracia". Pero, ¿cuán vivo sigue aún el cadáver del Estado Dictatorial?, ¿cuán latente están esos recuerdos en el corazón de nuestros padres o abuelos?, ¿cuán presente estuvo en nuestra formación intelectual?, ¿cuántos capítulos aún no se han podido cerrar y datan de esa época inmediatamente anterior a nuestros nacimientos?. Uno de esos capítulos que sigue abierto, lleno de borrones y de faltas por corregir, es el asunto de la educación. Aún tras 20 años de Concertación y la llegada del "cambio" - con el gobierno de la Coalición - la gente sigue con esa sensación de carencia; carencia que se hizo latente en nuestro país después de los gobiernos radicales con mucha fuerza, donde por los años sesenta, los estudiantes universitarios - emulando la revolución de París en Mayo de 1968 - exigieron mayor participación en las universidades y desde ese entonces impusieron también el tópico de igualdad y calidad en la educación pública, con el fin de lograr formar personas íntegras para la vida en sociedad y lograr la tan anhelada ascendencia social, con la cual el país logra el desarrollo de tal manera que la jerarquización de la vida se haga menos rígida, y todos tengan las mismas oportunidades, independientemente sus recursos económicos, donde entonces primaría el esfuerzo personal y la gestión didáctica de cada uno, y no el peso de la billetera. Es importante destacar - como antecedente - la gestión del Presidente don Pedro Aguirre Cerda (presidente radical en el período que comprende los años 1938 a 1941) quien pasó a la historia con su consigna "Gobernar es Educar" frase que comulga con la idea que propone que la educación es la base de la equidad al momento de administrar y que además es la enseñanza la que lleva a los países a la eficiencia, si un país vive la desigualdad y la miseria desde su educación está destinado a ser un país acéfalo y con descontento social, como es obvio, hay otros tantos que con este tipo de disparidades viven de los más tranquilos y no sufren en lo más mínimo. Atendiendo la búsqueda de fomento a la educación, Pedro Aguirre Cerda promovió la vocación docente y construyó gran cantidad de escuelas públicas para poder llevar la educación estatal a todos los rincones del país.
En la misma búsqueda incansable de igualdad en la educación, se embarcó don Salvador Allende con atrevidas ideas como la "Escuela Unificada" que pretendía llegar a un cenit de justicia educacional para otorgar a todos y cada uno lo que por derecho le corresponde; sin embargo, esta idea quedó sólo como un ideal y al ser derrocado Allende en 1973, quedó enterrada bajo los hombres armados quienes se encargaron de cubrirla con cientos de disparidades e incluso llegar a su antítesis en el momento de la municipalización - en los años 80 -, primeramente, a las municipalidades les quedó grande el rol fiscalizador y administrador de las escuelas públicas y con el auge de las escuelas privadas la brecha se hizo mucho más insostenible, la indeferencia del Estado y la falta de libertades impidió que las personas pudieran manifestar el descontento que provocase el asesinato a la educación estatal.
Con el retorno de la democracia, se pudo pensar que el tema estaría zanjado, pero los intereses creados - antes y después de la dictadura - entorpecieron gravemente la sed de reformas y ajusticiamiento que tanto necesitaba la sociedad. Y así estuvimos veinte años más, avanzando, pero en una tónica de reformas conformistas que no solucionaban el problema de fondo y que además no hacían nada por evitar el monstruo imparable que desató el neoliberalismo: el lucro en la educación.
En este tópico hemos estado por largos años, pasando por la "revolución pingüina" del 2006 y hasta llegar a nuestros días... ¿qué ha pasado? ¿qué se ha logrado? puros parches... y no es culpa de los movimientos - aunque a veces los dirigentes se venden -, es culpa de los gobiernos, puesto que suelen gobernar para el pueblo, pero sin el pueblo, más aún el actual gobierno, lleno de niñitos ricos jugando a ser pobres y cuya intransigencia y falta de criterio los ha hecho entrar en un círculo vicioso de descalificaciones absurdas y propuestas sin sentido y carentes de cimientos rígidos en los cuales se sustente la supuesta preocupación por dar solución al conflicto; parece que el gobierno quiere "ganar", y no "ayudar a la polis", al parecer no está haciendo política, al contrario, y lo dije antes, está haciendo terrorismo de Estado, y lo ilustra con medidas arbitrarias, ministros déspotas y apernados en sus puestos, nepotismo ilustrado en casi todos los mandos de confianza y más aún tener la cara para plantarse como "los buenos de la película" y querer aparentar una falsa modestia ante la ciudadanía que día a día les cree menos. Es hora que los padres desilusionados por las derrotas del pasado, apoyen a sus hijos en la batalla que se libra hoy, tal vez no soy el más indicado para hablar de constancia o apoyo al movimiento, pero sí creo que es importante aportar con pequeñas cosas, como llevar a la casa la discusión del tema, tratar de dotar de conciencia a la familia que día a día vive más la estupidización que genera la televisión, una gran arma de distracción masiva que nos hace creer que estamos bien y que todos los jóvenes manifestantes son anarquistas y comunistas entrenados para quemar autos y golpear carabineros, NO ES ASÍ, y eso se sabe, sólo que hay cosas que la gente se niega a ver por temor a los fantasmas del pasado, fantasmas que el actual gobierno sabe invocar con gran habilidad. Hoy por hoy la educación es un bien de consumo y el presidente se hace famoso con unos mineros atrapados en un hoyo, pero sigue permitiendo que la educación sea como el hoyo, y no le importa en lo más mínimo porque después de todo "nada es gratis en esta vida..."
Esta es la primera parte de una serie de antecedentes que sustentan el movimiento, de hecho, el presente artículo dista mucho de ser un retrato fehaciente de los verdaderos intereses del conflicto, digamos que es una teoría que busca ser aceptada.
Por leer y difundir, de antemano muchas gracias
Atentamente, Suri
ATENCIÓN
Si quieres aportar con tu opinión o antecedentes que juzgues interesantes sólo debes mandar un mail a la siguiente dirección: elrincondelsuri@hotmail.com
Trataré de atender a través de ese medio, muchas gracias.
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